Es muy un tema muy sonado que DICE lleva algunos años con problemas en la implementación de DX12 en sus juegos, pero muchas personas afirman que en este Battlefield V los problemas han sido solventados, la mayoría de datos a tratar se han hecho bajo DX11, ya que presenta una mejor experiencia de juego actualmente.
Aquí abajo os dejamos los datos bajo la penúltima API de Microsoft, los cuales revelan una clara diferencia entre las dos principales marcas de procesadores del mundo:
Todas las pruebas han sido realizadas con con la última tarjeta de Nvidia (RTX 2080 Ti) las diferencias de rendimiento de los microprocesadores son claras. Donde Intel consigue marcar una diferencia apreciable es a partir del i5-8400, donde este supera a la mejor CPU para gaming de AMD, lo cual en cierta manera sorprende por cómo ha tratado siempre Frostbite a los microprocesadores de la compañía «roja».
Si nos centramos en DX11 y a modo comparativo con DX12, es cierto que las media de ‘FPS’ de la mayoría de microprocesadores Intel de gama media y alta ha bajado, pero curiosamente se aprecia que las CPUs AMD han dado un pequeño paso adelante en rendimiento, justo lo contrario de lo que cabría esperar.
En este apartado vemos algo bastante llamativo: a mayor velocidad de la GPUs en cuanto a rendimiento se refiere, más pérdida de rendimiento y menor escalabilidad sufre el 2700X.
Esto quiere decir que a mejor tarjeta gráfica nula escalabilidad de rendimiento tendremos con la CPU de AMD. Los datos así lo reflejan, donde al pasar de una RTX 2070 a una RTX 2080 Ti el i9-9900K ha logrado una mejora del 15,26%, el R7 2700X solo ha podido subir un 1,56%, prácticamente diez veces menor escalabilidad.
Si cogemos el mismo escenario y subimos la resolución a 1440p o más comúnmente llamado 2K, donde la GPU comienza a hacer cuello de botella, nos encontramos un escenario esperado.
A mayor potencia gráfica mayores diferencias, pero conforme la potencia gráfica va decreciendo y comienzan a tener problemas las GPUs, la diferencia entre los microprocesadores tiende a reducirse al máximo.
Así, con la RTX 2080 Ti la diferencia entre ambas CPUs se torna en un 12,69%, mientras que con la RTX 2080 está por debajo del 1%, y al mismo tiempo la RTX 2070 y GTX 1070 la diferencia desaparece.
El siguiente escenario la carga gráfica se hace notar y con las diferencias podríamos decir que no existen, ya que haciendo la media apenas las separa 1 ‘FPS’.
Dicho esto, es posible que la apreciación general más llamativa sea la nula escalabilidad del Ryzen 7 2700X bajo 1080p con las tarjetas RTX, ya que si bien Intel escala de una manera decente, el AMD no es capaz de rascar rendimiento y pone de manifiesto algunos de los problemas que atañe y arrastra la arquitectura Zen y Zen+.
Hasta aquí la noticia de “El Intel Core i9-9900K y el AMD Ryzen 7 2700X muestran su poder en Battlefield V“.
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